Tipo de interés fijo o variable en los préstamos hipotecarios

Una de las compras más importantes en la vida de una persona es la compra de su vivienda. El motivo es bien sencillo: el precio de un inmueble es tan elevado que, a no ser que tengamos el dinero en efectivo suficiente para adquirirla a tocateja, tendremos que acudir a una entidad financiera a solicitar un préstamo hipotecario para financiarlo. Un préstamo que, sin duda, será una pesada losa durante la mayor parte de nuestra vida. No existe ninguna compra tan duradera como la de la hipoteca.

Por esta razón, es muy importante tener en cuenta qué tipo de préstamo se amolda más a nuestras características y necesidades de ahora y del futuro. Es un gasto que vamos a tener mensualmente y su planificación es muy importante para no tener desagradables sorpresas cada mes.

De una época a esta parte, los bancos parecían reacios a conceder préstamos dependiendo del tipo aplicado. De hecho, en España, la mayoría de las hipotecas son a plazo variable, estando referenciadas al EURIBOR más un diferencial que depende de cada entidad. Es más, en muchos casos, son los propios bancos los que han instado a cambiar de tipo fijo a variable cuando se realiza una revisión de la hipoteca.
Préstamos hipotecarios con interés variable

Tipo de interés hipotecas

Con las hipotecas a interés variable, no vamos a pagar siempre lo mismo, ya que las fluctuaciones del mercado y de los tipos de interés harán que unas veces paguemos más y otras menos. Es decir, una hipoteca a interés variable es así:

Interés variable = índice de referencia + diferencial

El índice de referencia es, como ya hemos dicho, un índice de referencia de los tipos de interés, que habitualmente es el EURIBOR, y es el que hace que revisión tras revisión, el coste mensual de nuestra hipoteca varíe.

Suele ser arriesgado, porque a no ser que seamos unos buenos analistas financieros, nadie puede predecir la evolución de los tipos de interés en los próximos cincuenta años, pero teniendo en cuenta la situación actual del mercado, y más sino tenemos ningún tipo de carga, el interés variable puede ser una buena opción a día de hoy, sobre todo teniendo en cuenta los tipos de interés tan bajos que actualmente rigen en el mercado.

Préstamos hipotecarios con interés fijo

La situación es diametralmente opuesta cuando tenemos una familia. En esos casos, cuando los gastos se disparan y aparecen de cualquier lugar, el colegio de los niños, electrodomésticos que se estropean, ropa, etc, es conveniente tener un gasto fijo, aunque en algunos casos sea ligeramente más elevado que con el tipo de interés variable.

El principal problema de las hipotecas a tipo de interés fijo es que las entidades bancarias no apuestan por ellas. Existen un amplio abanico de posibilidades para hipotecas de plazo variable, y algunas muy competitivas, pero apenas existe opciones para hipotecas de plazo fijo.Un dato más a tener en cuenta, según la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios), para que una hipoteca de plazo fijo sea más rentable que una de plazo variable (sin tener en cuenta la ventaja de pagar todos los meses las misma cantidad por tu vivienda) los valores del EURIBOR que lastran las hipotecas de plazo variable tendrían que ser igual o superiores al 5 % o a plazos cortos.

Se trata de una difícil elección, sobre todo teniendo en cuenta que nos acompañará toda nuestra vida. Depende, en resumen, de dos aspectos: por una parte, tu situación personal: si tienes o no familia, las posibilidades económicas, si quieres “arriesgar” para ahorrar un poco en los intereses, etc; y, por otra parte, la situación del mercado. Ahora mismo, lo más rentable es un tipo de interés variable, por las muchas posibilidades y opciones que hay y por la situación del mercado, pero si encuentras una hipoteca a tipo fijo competitiva, sin duda es la mejor opción.

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